Reglamento de Baterías de la UE: Todo lo que necesita saber (Actualización 2025)
Desde el 18 de febrero de 2024, está en vigor el nuevo Reglamento de Baterías de la UE (2023/1542). Sustituye a la anterior Directiva 2006/66/CE y forma parte del Pacto Verde Europeo. Su objetivo es mejorar la sostenibilidad de las baterías, fortalecer la economía circular y armonizar la normativa en toda la UE.
A diferencia de la antigua directiva, que debía transponerse a la legislación nacional de cada Estado miembro, el nuevo reglamento es directamente aplicable en todos los países de la UE, aunque permite ciertas adaptaciones nacionales. En Alemania, la actual Ley de Baterías (BattG) será reemplazada por la Ley de Aplicación del Reglamento de Baterías (BattDG) el 18 de agosto de 2025.
Para lectores rápidos
El nuevo Reglamento de Baterías de la UE sustituye a la directiva anterior, con un enfoque en la sostenibilidad, el reciclaje y la transparencia. Las empresas deben adaptarse a nuevas normativas, como la introducción de nuevas categorías de baterías, la divulgación obligatoria de CO₂ desde 2025 y cuotas de recogida más estrictas. También se aplican nuevos requisitos de etiquetado, como códigos QR y un pasaporte digital de batería para mejorar la trazabilidad. A partir de 2027, las baterías deberán ser más fáciles de reemplazar y las piezas de repuesto deben estar disponibles al menos durante cinco años. El reglamento incluye varios plazos que las empresas deben seguir cuidadosamente para mantenerse en conformidad.
Cambios clave de un vistazo
El nuevo reglamento introduce numerosos cambios que afectan a todo el ciclo de vida de las baterías, incluyendo requisitos más estrictos para su fabricación, uso y reciclaje. Los aspectos más destacados incluyen:
- Nuevas categorías de baterías: Además de los tipos ya existentes, se han añadido nuevas categorías como baterías para vehículos ligeros (por ejemplo, bicicletas eléctricas) y baterías de tracción para vehículos eléctricos.
- Huella de CO₂: A partir del 18 de febrero de 2025, los fabricantes deberán declarar la huella de carbono de sus baterías. Para 2033, se introducirán límites de emisiones de CO₂.
- Aumento de los objetivos de recogida: La tasa de recogida de baterías portátiles deberá alcanzar el 73 % en 2030. Para las baterías de vehículos ligeros, los objetivos son del 51 % en 2028 y del 61 % en 2031.
- Contenido mínimo reciclado: A partir de 2028, los fabricantes deberán documentar el contenido de materiales reciclados en las baterías. A partir de 2031 se aplicarán mínimos obligatorios para cobalto, litio, níquel y plomo.
- Reemplazabilidad de baterías: Desde 2027, los consumidores deberán poder extraer y reemplazar las baterías portátiles por sí mismos. También se aplican normas más estrictas para otros tipos de baterías.
- Nuevos requisitos de etiquetado: Las baterías deberán llevar códigos QR con información clave sobre capacidad, durabilidad y reciclaje. A partir de agosto de 2025, será obligatoria la etiqueta con el símbolo de «Recogida Separada».
- Pasaporte digital de baterías: Será obligatorio para ciertos tipos de baterías a partir de 2027 e incluirá información sobre el origen, huella de CO₂ y composición del material.
Nuevas obligaciones de diligencia debida: Las empresas con ingresos superiores a 40 millones de euros deberán aplicar medidas adicionales de control en la cadena de suministro.

Nuevas categorías de baterías
La clasificación de baterías se ha ampliado para reflejar los avances tecnológicos. Además de las baterías portátiles, industriales y de automoción, se han introducido las siguientes nuevas categorías:
- Baterías portátiles: Baterías selladas de menos de 5 kg que no se usan con fines industriales (por ejemplo, AA, AAA o de botón).
- Baterías para vehículos ligeros (baterías LV): Para bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos y vehículos similares, con un peso máximo de 25 kg.
- Baterías de automoción (SLI): Usadas para arranque, alumbrado e ignición en vehículos.
- Baterías industriales: Baterías de más de 5 kg destinadas a aplicaciones industriales.
- Baterías para vehículos eléctricos: Usadas en vehículos eléctricos o híbridos.
- Sistemas de almacenamiento de energía estacionaria: Baterías utilizadas para almacenar energía en hogares o empresas.
Huella de CO₂ y objetivos de reciclaje
Uno de los objetivos clave del nuevo reglamento es reducir la huella de carbono de las baterías. A partir del 18 de febrero de 2025, los fabricantes deberán informar sobre las emisiones de CO₂ de sus baterías. En los próximos años, se introducirán límites de emisiones y clases de rendimiento de CO₂.
También se han endurecido los objetivos de reciclaje para recuperar materias primas valiosas como litio, níquel y cobalto. Las tasas de recogida de baterías usadas aumentarán gradualmente:
- Baterías portátiles: 63 % para 2027, 73 % para 2030.
- Baterías de vehículos ligeros: 51 % para 2028, 61 % para 2031.
Los fabricantes deberán ofrecer sistemas de recogida para todos los tipos de baterías, independientemente de su estado.
Nuevos requisitos de etiquetado y códigos QR
El reglamento introduce estrictos requisitos de etiquetado para ofrecer mayor transparencia al consumidor. A partir de 2026, las baterías deberán indicar información sobre su capacidad, durabilidad y reciclabilidad.
Un código QR será obligatorio desde 2025, proporcionando acceso a información adicional del producto. Además, las baterías deberán llevar el símbolo de «Recogida Separada» para indicar su correcta eliminación.
Reemplazabilidad de baterías
Para mejorar la capacidad de reparación de dispositivos, las baterías en equipos electrónicos deberán ser fácilmente extraíbles y reemplazables por los consumidores a partir de 2027.
Además, las piezas de repuesto deberán estar disponibles durante al menos cinco años tras la venta del producto.
En el caso de baterías de vehículos ligeros, el reemplazo deberá ser realizado por un profesional cualificado.
Pasaporte digital de baterías: mayor transparencia en la cadena de suministro
Una de las principales novedades del nuevo reglamento es la introducción del pasaporte digital de baterías. Será obligatorio para ciertos tipos de baterías a partir de 2027 e incluirá información clave como:
- Origen y composición de los materiales.
- Huella de CO₂ y contenido reciclado.
- Durabilidad y características de rendimiento.
Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la trazabilidad durante todo el ciclo de vida de la batería.